Inferencia
Inferencia
El concepto de inferencia es definido según Parodi"como los procesos que llevan a un lector avanzado a descifrar los implícitos que se encuentran en el texto. Se trata de construir significado por medio de nuestros conocimientos previos"
Posteriormente, a lo largo del texto vemos que el concepto de inferencia es bastante complejo de definir, ya que es utilizada en diferentes contextos y posee un valor polisémico, por lo que el autor rescata una serie de clasificaciones en torno a esa, para finalmente dar su apreciación final.
Por otro lado. en un sentido más filosófico, Según Rivano 1964, la
inferencia se entiende como:
"una operación lógica que consiste en obtener, a partir de una o varias proposiciones supuestas verdaderas, una proposición que en todas condiciones resulta necesariamente verdadera".
Tal definición apunta a la inferencia como una
entidad lógico-deductiva, enfatizando la estructura silogística en tres niveles
(dos premisas, una conclusión). Una conclusión obtenida a través del razonamiento
lógico-deductivo es considerada válida siempre y cuando sus premisas sean
verdaderas y la forma de la deducción sea la correcta
Existen dos clasificaciones sobre la inferencia. Una es entregada por Bunge (1969), quien la define desde una entidad lógico formal, en donde por medio de dos premisas se obtiene una conclusión, la cual se acerca más al silogismo y la deducción. La segunda postura corresponde a Ferrater Mora (1980) donde este propone dos tipos de clasificación para la inferencia. Una mediata y una inmediata, en donde básicamente se trata de concluir con la intervención o no de una tercera proposición.
Finalmente la conclusión de Bunge viene dada por la deducción, puesto que los procesos inductivos están destinados a fracasar, debido a su poco grado de probabilidad y a su vez, porque sus esquemas no corresponden a la inferencia. Con este método se logran inferencias débiles.
Luego de revisar los conceptos de inferencia se llega al concepto de lógica, porque está a asociada a los procesos mentales que guían el razonamiento humano. Según algunos autores el razonamiento humano actuaría por reglas lógicas de inferencia, donde el pensamiento sería de carácter deductivo. Se observa una tendencia hacia el término de lógica formal deductiva. A raíz de esta postura netamente racionalista, surgen autores que no están de acuerdo con lo anteriormente planteado. Para algunos como Piaget la lógica no es innata ni adquirida, sino construida por el niño, por medio de sus acciones. Para él la inferencia consiste más en un juego deductivo.
En contra posición surge la llamada lógica natural, donde el pensamiento del hombre no puede medirse por los parámetros de una lógica silogística, debido a que muchos adultos tienen problemas para hacer deducciones.
Finalmente tenemos una alternativa sociológica explicada por Solso (1988), donde se aboca más al contenido que a la forma. Nos dice que las inferencias son básicamente toma de decisiones cotidianas, donde se hacen observaciones de probabilidad. Se acercan sus planteamientos a una teoría inductiva, por ende se desmarca de los modelos lógicos de razonamiento. Aborda la inferencia desde la sicología más que desde los modelos normativos.
La inferencia desde una perspectiva psicolingüística es donde el autor enmarca el concepto anterior. No comparte la postura de los autores anteriores. No está dentro de los límites de un logicismo, porque está basado más en su conocimiento de mundo, la estructura de la información, etc. Abarca mucho más que deducciones de tipo formales.
Se postula que la mente hace dos tipos de inferencias uno de mundo y otro con la información textual. Podemos decir que se trabaja con lo interior (mente del individuo) y lo exterior (texto). Se habla de una difícil clasificación de las inferencias, porque como corresponden a la mente en particular de cada persona, no podrían elaborarse proposiciones tan normativas.
En el comentario final el autor da cuenta de su postura en cuanto a relacionar la inferencia desde una perspectiva psicolingüística unida a la didáctica y no a lo teórico. Y esto, porque como mencionaba anteriormente las inferencias van ligadas al conocimiento de mundo del individuo, a sus internalizaciones, etc.
Como se aprecia, la comprensión de textos escritos va asociada con la inferencia. La clasificación de estas puede llevarse al ámbito pedagógico, donde las inferencias pueden ayudar en cuanto a la competencia lectora. La habilidad debería aplicarse a la sala de clases, por medio de actividades didácticas donde la comprensión ya no se aborde desde el punto mecanicista y de memorización, sino desde evaluaciones originales que midan más la comprensión. Se debe buscar la activación de conocimientos previos en el alumno.
Este texto en cuanto a su concepto de inferencia, y más puntualmente aplicado a la sala de clases coincide con el texto de Peronard sobre una crisis en la comprensión de textos escritos. La autora en su planteamiento final abogaba por un trabajo en conjunto, tanto de los profesores como de los alumnos y los planes de gobiernos, donde se trabajara de una manera más didáctica que impulsara la motivación y comprensión del estudiante. Es así como llegamos al concepto de inferencia que es la construcción de significado, por medio del conocimiento previo, la cual debe estimularse. Si bien no se pueden medir por una lógica formal según hemos visto, pero si puede estimularse, lo cual ayudaría a una competencia y comprensión lectora. Se deben crear pruebas que midan la comprensión en base a inferencias, según las pistas del texto y no como una memorización, la cual no es para nada estimulante en el niño.
Si se desarrolla esta capacidad inferencial, podría aumentar la comprensión de textos. Se debería trabajar en conjunto, porque, a propósito del analfabetismo funcional planteado por Crespo y Llach, donde muchos adultos no tenían una correcta comprensión lectora. O sea, tenían malas inferencias, no sabían descifrar más allá del texto, por lo tanto elaboraban malos juicios.
Desde mis propias experiencias, sé que inferir es un proceso complejo que requiere de tiempo. En un colegio de básica, recuerdo que nuestra profesora de lenguaje nos hacía leer un cuento y nos hacía preguntas de tipo inferencial, donde a algunos de nuestros compañeros les costaba más que a otros, pero al final del curso la mayoría era capaz de reconocer las pequeñas ideas que no estaban implícitas en el texto, debido al trabajo constante de la profesora.
Otra conexión interesante es con Goodman, quien con su modelo transaccional se acerca bastante al concepto de inferencia. Goodman propone una interacción entre el lector y el texto para así crear un segundo texto según lo que haya entendido el lector. Su relación con la inferencia es básicamente la capacidad de ir más allá de lo que dice el texto escrito, literal. Se deben poner en juego todos los sentidos para una adecuada comprensión. Es por eso que comprensión e inferencia son dos conceptos a trabajar y que van de la mano.
Fuente
- http://navajadeockam.blogspot.pe/2011/12/las-inferencias-conceptos-y.html
- http://www.academia.edu/11383985/Inferencias_concepto_y_clasificaci%C3%B3n
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